El Rocío inunda los sentidos: se ve, se oye y se huele nada más entrar en la Casa de la Cultura. El romero abraza las columnas de la sala de exposiciones y más de cuatrocientas cincuenta fotografías adornan las paredes de las dos estancias destinadas a mostrar cómo era el Rocío de nuestros antepasados. Las fotografías más antiguas datan de principios del siglo XX.
El Rocío inunda los sentidos: se ve, se oye y se huele nada más entrar en la Casa de la Cultura. El
romero abraza las columnas de la sala de exposiciones y más de cuatrocientas cincuenta fotografías
adornan las paredes de las dos estancias destinadas a mostrar cómo era el Rocío de nuestros
antepasados. Las fotografías más antiguas datan de principios del siglo XX.
El pasado viernes se
inauguró en Pilas la exposición “Al Rocío con Pilas”, una iniciativa de la Delegación de Cultura que
ha reunido cientos de imágenes que trasladan a los visitantes a épocas pasadas. Las instantáneas
recogen momentos de los preparativos, la salida, el camino, la entrada, la casa de la hermandad, los
actos religiosos y oficiales en El Rocío, la vida social y el recorrido de la Virgen por la aldea.
Los encargados de inaugurar el acto fueron el Alcalde, Jesús María Sánchez y el Concejal de Cultura,
José Pedro Cabello. Ambos destacaron en sus discursos la fuerza de una festividad, según palabras
del Alcalde, “intrínseca a la población pileña, constituyente de la vida social de Pilas”. En el
acto también estuvieron invitados el Presidente de la Hermandad del Rocío, Manuel Díaz, Gabriel
Ortega y Manuel Atacho “Frascuelo”, poseedores de un gran archivo fotográfico y audiovisual que ha
posibilitado esta exposición.
Además, se ha elaborado un documental que se podrá ver hasta el cuatro
de marzo y cuya recaudación será destinada íntegramente a la Hermandad del Rocío de Pilas. Tanto el
Alcalde como el Delegado de Cultura quisieron agradecer el arduo trabajo realizado por quienes han
dado forma a la exposición, así como a la multitud que abarrotó el salón de actos de la Casa de la
Cultura en una tarde fría por las temperaturas pero cálida por la evocación de recuerdos rocieros.
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