Durante el mes de agosto se han llevado a cabo las tareas de limpieza de las balsas comunitarias en las que se depositan los residuos procedentes de la preparación y elaboración de la aceituna de mesa. En el extenso solar dedicado a tal fin acudió el Concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Pilas, Juan Antonio Garrido, para comprobar de primera mano la realización de la tarea.
La Asociación de Elaboradores de Aceitunas de Mesa de Pilas A.D.E.A.M.P. de la que el concejal de
Agricultura del Ayuntamiento de Pilas, Juan Antonio Garrido es su presidente, encargó el mes pasado
la limpieza de las balsas de residuos de la aceituna a una empresa especializada. El hecho de
encargar la limpieza, según el Concejal de Agricultura, es “porque desde su construcción en 2001, no
se había llevado a cabo la limpieza de las balsas comunitarias. En estas fechas, con el verdeo,
vuelve a aumentar el contenido de las balsas al verterse los líquidos resultantes de la elaboración
de la aceituna de mesa, por lo que había que aprovechar el momento y sacar la máxima cantidad
posible de residuos sólidos. Según el presupuesto que se ha contratado con Lavaderos Andalucía S.L.
empresa certificada encargada de la limpieza, la cantidad de residuo extraído asciende a 800 metros
cúbicos”, suponiendo un esfuerzo para la asociación de 47.200€.
La empresa ha depositado los
residuos en un vertedero especializado, en el que tratan el líquido amparándose en el marco legal
especificado por Medio Ambiente, en una depuradora en la que también tratan hidrocarburos. Durante
quince días aproximadamente, los camiones han transportado los lodos más espesos de las balsas,
ayudados por dos trabajadores que desde dentro de las balsas han arrastrado el espeso residuo hasta
las bombas.
Según Juan Antonio Garrido, “lo que más interesa es eliminar el residuo más sólido, ya
que el agua se evapora al salir de los aspersores que hay situados en los extremos superiores de las
balsas y al resbalar por el polietileno. El problema que hay en años lluviosos es que las balsas
recogen mucha agua, disminuyendo bastante su capacidad. Antes se utilizaban unos flotadores con
aspas porque se creía que ayudaba a evaporar el agua, pero se ha comprobado que no es tan efectivo
como los aspersores”.
Tal y como explicó Francisco Javier Díaz, dueño de Jadicamp S.L.U (empresa
encargada del mantenimiento de las balsas) “las balsas no se llenan tanto como la gente piensa ni es
tan problemático; al final, pese al mal olor, hay que comprender que la aceituna es una parte
importante del motor económico e industrial del pueblo. Todos los meses viene medio ambiente a medir
la capacidad de la balsa para calcular que no se vierten líquidos en otros sitios. De este modo, si
ha llovido, ellos calculan el porcentaje que debe subir la balsa. Si la cantidad de residuos
disminuyera podrían pensar que se está depositando la sustancia en otro lugar”.