28 de Mayo: Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer

El Ayuntamiento de Pilas se une a esta celebración, que surgió como propuesta en el V Encuentro Internacional de Mujer y Salud realizado en San José, Costa Rica, en mayo de 1987. A partir de ese año, son cada vez más instituciones y países los que se van uniendo a la conmemoración de este día, llegando a ser en la actualidad una fecha ya tan institucionalizada como el 8 de MARZO (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de NOVIEMBRE (Día Internacional de la no Violencia contra la Mujer), siendo esto una muestra del poder de convocatoria de los movimientos de las mujeres en todo el mundo.

La celebración del 28 de mayo como Día de acción Mundial por la Salud de las Mujeres, surge como propuesta en el V Encuentro Internacional de Mujer y Salud realizado en San José, Costa Rica, en mayo de 1987. Finalizado dicho encuentro, es la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos que contando con un numeroso grupo de activistas de América Latina, Asia, África, Europa y Estados Unidos, retoma la idea y acuerda crear el DÍA DE ACCIÓN INTERNACIONAL POR LA SALUD DE LA MUJER, cuyo eje central gira entonces, en torno a la mortalidad materna.
A partir de ese año son cada vez más instituciones y países los que se van uniendo cada año a la conmemoración de este día, llegando a ser en la actualidad una fecha ya tan institucionalizada como el 8 de MARZO (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de NOVIEMBRE (Día Internacional de la no Violencia contra la Mujer), siendo esto una muestra del poder de convocatoria de los movimientos de las mujeres en todo el mundo.

Se proclama este día con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.
El derecho de las mujeres a gozar de salud integral a lo largo de todo su ciclo vital, es un DERECHO HUMANO UNIVERSAL consagrado por el sistema internacional de derechos humanos. La salud integral, por su parte, no es un hecho meramente biológico, sino que responde más bien a factores biopsicosociales, y depende del lugar que las mujeres ocupan en la sociedad (determinantes sociales de la salud), de su capacidad de acceder a los recursos materiales y simbólicos para vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades, exenta de violencias.
Una vida en la cual la sexualidad y la reproducción se ejerzan desde la autonomía y la libertad.

Hoy esto no ocurre para millones de mujeres, en especial para las más pobres y las más jóvenes, para mujeres que aman a otras mujeres, para quienes son inmigrantes o desplazadas, para aquellas que habitan zonas rurales o urbano marginales, para mujeres de distintas razas o etnias, para quienes tienen capacidades diferentes, entre otras condiciones. Para ellas, el cruce de discriminaciones, violencias y exclusiones las aleja cada día del goce de los derechos humanos consagrados, en especial, del derecho a la salud integral y los derechos sexuales y reproductivos.

Desde la comunidad científica se reconoce la relación entre salud y género, ya que se constata que determinadas enfermedades afectan de manera diferente a las mujeres y a los hombres, sin que esto se deba exclusivamente a factores biológicos.
En este sentido, en lo referente a la salud mental, se ha comprobado que los casos de depresión son dos veces más frecuentes en mujeres que en varones.
La salud mental está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos. Por ejemplo, tal y como señala la OMS (Organización Mundial de la Salud), las presiones socioeconómicas, el desempleo, la pobreza, constituyen un riesgo para la salud mental de las personas y las comunidades. Asimismo, las condiciones de trabajo estresantes, la discriminación y la exclusión social, la violencia en sus distintas expresiones, son aspectos que también inciden negativamente. Especial énfasis se ha hecho en el impacto de la discriminación por género y por opción sexual o identidad de género, que subyace a la mala salud mental de las personas afectadas. En este sentido, la violencia con sesgo de género no sólo repercute en términos de lesiones y abusos físicos, sino también detona distintos problemas de salud mental en las mujeres y niñas agredidas, en especial depresión, ansiedad, trastornos de sueño, trastornos alimentarios, tendencias suicidas, desorden obsesivo compulsivo, abuso de drogas y alcohol, etc.

Desde el Centro Municipal de Información a la Mujer de Pilas, nos sumamos a la conmemoración de este día, manifestando nuestro compromiso con el derecho a la salud integral de las mujeres. En este sentido, dentro de la programación anual de actividades, venimos desarrollando los talleres de Yoga, Bailes de Salón y Gimnasia de Mantenimiento, directamente vinculados con la promoción de la salud de las mujeres.

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