El Club Baloncesto Ociosur Pilas encara la recta final de la competición liguera con un sabor agridulce: agrio porque se quedaron a un paso de clasificarse para la fase de lucha por el ascenso; y dulce porque pueden quedar líderes en fase que finalmente están disputando y que corresponde a los equipos que pelean por permanecer en la 1ª Provincial.

El C.B. Ociosur se encontró con varios factores que dificultaron excesivamente su caminar por la primera fase. En primer lugar, la nueva distribución de los dos grupos de la categoría que este año se hizo por proximidad geográfica y no por sorteo como en los años anteriores, hizo que en el grupo del equipo pileño se encuadraran los equipos más potentes de la provincia. En segundo lugar, los pupilos de Manuel Quintero comenzaron la competición con cinco derrotas consecutivas, un lastre que les ha pasado factura al final a pesar de encadenar luego ocho victorias. En tercer lugar, la plantilla algo corta que encima se ha visto mermada por diversas lesiones. Y por último, faltó suerte en el último partido de la primera fase donde tenían la victoria en la mano ante el Mercantil, pero incomprensiblemente perdieron, una derrota que a la postre significó la no clasificación para luchar por el ascenso.

Por el contrario, el equipo se vio obligado a jugar la fase por la permanencia donde le restan dos partidos y donde tiene muchas papeletas para acabar líder, un premio menor que no consuela las aspiraciones del principio de temporada