Monitores, técnicos, asociaciones, empresas e instituciones colaboradoras acudieron a este encuentro
celebrado en la Caseta Municipal. Carpintería y Cocina son los talleres que están a disposición de
los jóvenes este curso a través de Ribete
El pasado 17 de octubre se celebró un encuentro del Proyecto Ribete en la Caseta Municipal. Dicha
iniciativa fue organizada por las delegaciones de Servicios Sociales y Participación Ciudadana del
Ayuntamiento de Pilas y contó con el patrocinio de la Diputación de Sevilla (Área de Igualdad y
Ciudadanía), la Fundación Cajasol y diversas empresas de la localidad.
Según Cristobalina Montero, concejala de Servicios Sociales, “este evento surge a instancias de los
propios monitores del Proyecto Ribete que querían realizar un reconocimiento a todos los alumnos/as
que han pasado por el mismo desde su inicio. El Equipo de Gobierno consideró interesante esta idea y
por eso nos hemos puesto a trabajar para que este acto sea un éxito, a la vez que facilite el
encuentro, la convivencia, el ocio y la orientación laboral a todos los participantes”.
Este evento estuvo dirigido exclusivamente a los usuarios/as del Proyecto Ribete desde su
implantación en la localidad, monitores, técnicos, asociaciones, empresas e instituciones
colaboradoras.
Ribete es un proyecto de dinamización comunitaria destinado a todos los chavales de los municipios
sevillanos con el objetivo de contribuir a una formación integral, utilizando la educación no formal
para entrenar en competencias sociales y valores democráticos, conductas y hábitos saludables,
participación en la comunidad y reconocimiento de sus derechos y responsabilidades, a los
adolescentes, es decir, la dinamización comunitaria de estas edades.
{ribete}
Este programa lleva implantado en P ilas más de una década con excelentes resultados y la
satisfacción tanto de los jóvenes que lo prueban como de sus padres. Ribete se estructura en dos
actuaciones que integra un área ocupacional donde se realizan talleres con especialidades
motivadoras para los chavales, que refuercen de forma positiva su imagen y que puedan generar
expectativas de futuro (tanto académico como laboral). De esta manera, en este nuevo curso, Pilas
está desarrollando a través de Ribete dos talleres.
El primero de ellos es un taller de carpintería que lo dirige Expedito Luque, un vecino de Pilas que
lleva en la profesión alrededor de 30 años, experiencia al servicio de los más jóvenes para una
acción formativa que lleva más de diez años haciéndose en el municipio. El taller se desarrolla en
un local municipal de la calle Quevedo y acoge a 36 alumnos divididos en dos turnos, el primero para
los iniciados y el segundo para los que ya tienen experiencia de años anteriores. Los alumnos, que
cuentan con edades comprendidas entre los 10 y 16 años, realizan pequeños trabajos de marquetería
bajo la supervisión de Expedito. El taller se desarrolla de lunes a jueves de 16:00 a 20:00 horas,
un horario flexible para que los jóvenes acuden cuando más le convenga, siempre anteponiendo sus
estudios que es lo más importante.
El otro taller es el de cocina cuya monitora es Yayo Giménez que lleva al frente de este curso desde
1997. 22 alumnos divididos en dos turnos acuden al Centro de Adultos de lunes a jueves para aprender
recetas y practicar entre fogones. Se trata de un taller, donde no sólo se enseña a cocinar, sino
donde también se fomentan valores tan importantes como el compañerismo. Así, todo lo que allí se
cocina se reparte entre todos. Además, se enseñan hábitos alimenticios y se hace especial hincapié
en colaborar en las tareas propias de la cocina, por lo que después de cada sesión, los alumnos
friegan y recogen todo lo que hayan utilizado. Algunos de los platos que han cocinado han sido papas
guisadas con costillas, empanadas, pizzas, pasta de diferentes maneras, croquetas, diversos postres
como natillas, bizcochos, magdalenas…Un menú variado donde se admiten sugerencias.
Junto a estas acciones ocupacionales, Ribete también organiza otras de carácter lúdico y cultural
como excursiones (Isla Mágica, visitas a la sierra, museos, iglesias…), exposiciones durante la
semana cultural donde se muestra lo realizado en los talleres o la cena fin de curso donde se
entregan los diplomas acreditativos a los alumnos participantes.